Factores de riesgo.
Los factores de riesgo aumentan las posibilidades de sufrir un ACV y algunos se pueden cambiar, pero otros no. Veamos algunos:
- Edad avanzada.
- Enfermedades crónicas (diabetes, dislipidemia, hipertensión, entre otras).
- Inactividad física.
- Sobrepeso u obesidad.
- Malos hábitos (consumo de alcohol, tabaquismo).
- Antecedentes familiares de ACV.
- Mala alimentación.
Consecuencias de un ACV.
En ocasiones, un accidente cerebrovascular puede ocasionar discapacidades temporales o permanentes. El daño dependerá de cuánto tiempo estuvo el cerebro sin recibir el flujo sanguíneo y la región del cerebro afectada.
Algunas secuelas de los ACV son:
- Pérdida de memoria.
- Dificultades para pensar, razonar o comprender conceptos.
- Problemas en el habla: un ACV puede afectar el control de los músculos de la boca y la garganta.
- Dificultad para escribir.
- Parálisis o pérdida de control muscular: la persona que sufrió un ACV puede perder la capacidad de mover una parte del cuerpo o tener dificultades para hacerlo.
- Depresión.
- Dolor o sensación de hormigueo en alguna parte del cuerpo.
Factores de riesgo.
Además, tanto el paciente como su familia tienen la tranquilidad de que hay un equipo de Coordinación de Enfermería supervisando 24/7 toda la atención, e informando al médico tratante sobre la evolución del paciente.